Recomendación: El origen del planeta de los simios

A mí me gustó, espero que a ti también

 

Recomendación: El origen del planeta de los simios

Revisando las dos películas con las que comencé esta sección, me he dado cuenta de que o cambio de género a uno más optimista o vais a pensar que os recomiendo films para que acabéis suicidándoos conmigo.

Así que hoy es el turno de una historia que se enmarca antes de los hechos acontecidos en el clásico protagonizado por Charlton Heston.

Y os preguntaréis: ¿de verdad tiene derecho a estar aquí un blockbuster protagonizado por monos?. Pues no puedo decir otra cosa que Sí.

La trama se centra en un principio en Will (James Franco), quien trabaja como científico intentando encontrar una cura contra el alzheimer, entre otras cosas porque su padre es víctima de dicha enfermedad (un magnífico John Ligthgow, visto en Máximo Riesgo y las series Dexter y Cosas de marcianos).

Los experimentos salen mal y el proyecto es cancelado, pero Will continúa por su cuenta utilizando a un chimpancé llamado César (Andy Serkis de nuevo oculto tras ponerle gestos a Gollum y King Kong).

A partir de ese momento, el protagonismo cambia a las manos del animal. Es aquí precisamente donde reside el mayor acierto de la película. Toda la parte dedicada a seguir el crecimiento físico e intelectual de César, como su posterior encarcelamiento en una reserva natural para simios, es sencillamente sobresaliente. Incluso hay una secuencia (que no voy a revelar) en el que se te pone la piel de gallina.

Es cuanto menos irónico que lo peor de un film sean los actores de carne y hueso. James Franco tiene cara de estreñido durante todo el metraje y su novia en la ficción pinta lo mismo que Eddie Murphy en una buena película, es decir, nada.

Como siempre, la estupidez humana no tiene límite y por nuestra culpa, se gestará una revolución encabezada por el primate.  Todo ello desembocará en una escena final soberbia y en un epílogo impactante.

Ésto que os acabo de contar, se refleja en pantalla de una forma coherente y ordenada gracias a un guión sólido. Además, los efectos especiales así como la banda sonora están a la altura de las circunstancias.

 

He de reconocer que siento debilidad por los largometrajes catastrofistas, de aventuras y apocalípticos. Pero eso no quita para que pueda diferenciar los que merecen la pena de los que son un auténtico desastre. Y de verdad que en esta ocasión estamos ante uno del primer grupo.

Tampoco quiero que penséis que es una obra maestra como dice mi hermana. De hecho si la veis, pensad que va a ser mala y así seguro que os sorprende.