sábado, 1 de septiembre de 2012

Crítica Ted


Yo también quiero uno

Crítica Ted

 


Resulta curioso contarle a tu madre que te vas con un amigo al cine a ver una película sobre un osito de peluche. Así que le dije que era mi amigo quien quería verla y que yo amablemente le acompañaba. A primera vista, parece que vaya a ver un spin-off del malvado Lotso abracitos de Toy Story 3. Pero nada más lejos de la realidad. Ted es un film ácido, divertido, irreverente y aunque no os lo creáis, en ocasiones tierno.

Lo primero de todo, he de decir que la vi en versión original. No se cómo será en castellano con la voz de Santi Millán, pero un pajarito me ha dicho que es una traducción un poco de andar por casa en algunos momentos de la película.

Desde la primera escena se nota la mano del creador de Padre de Familia. Lo que en un principio parece una producción infantil, se torna rápidamente en una crítica a esas mismas películas pastelosas y noñas que hemos visto mil y una veces.
Pero ahí no queda la cosa y el dulce Ted,  acompañado por unos excelentes Mark Wahlberg y Mila Kunis (cada vez más guapa), acaban por no dejar títere con cabeza. Mención especial para los judíos, siempre en el punto de mira.

En general, el ritmo no decae y la película se disfruta con facilidad, aunque también es verdad que hay momentos puntuales en los que a Seth Macfarlane se le va la olla y desvaría un poco de la trama.
Pero se trata de un fallo perdonable, sabiendo que el director está acostumbrado a hacer eso mismo en el show protagonizado por Peter Griffin.

Sin darte cuenta llegas al momento que toda comedia, con romance de por medio, sufre: el enfado de los enamorados. Esa es la parte que más miedo me da, pues la cinta suele acusar el cambio de lo gracioso a lo serio. No se porqué, pero la mayoría de las veces, películas que se podrían definir como “gamberras” acaban convirtiéndose en El diario de Noah y abandonando su esencia. Y me encanta El diario de Noah, pero porque es un film romántico de principio a fin. No se traiciona a sí mismo. Menos mal que Ted,  aunque también cae en ese error, se sobrepone rápidamente.

Creo que en general, sales del cine con un buen sabor de boca y habiendo disfrutado de hora y media de entretenimiento y evasión. ¿Y quién dijo que eso fuera malo?.



En resumen, si no os gusta Padre de Familia (la mayor influencia del film) y sois de los que os indignáis con facilidad por determinadas bromas o aborrecéis los chistes de mal gusto, mejor quedaros en casita y alquilaros Pretty Woman. A decir verdad, con esperar un poco, seguro que echan la cinta de Julia Roberts en televisión. Y por supuesto, tampoco vayáis a ver El dictador.

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