sábado, 5 de enero de 2013

Crítica; ¡Rompe Ralph!

El pixel es bello 

 

Crítica ¡Rompe Ralph!

 


Me lo he pasado pipa, la verdad. Podría argumentar que lleve a mis primos pequeños al cine para que la vieran, pero estaría mintiendo más que el pinocho de Shrek. De hecho, a mi lado había una amiga más vieja que yo aún.  

Parece que en Disney se han puesto las pilas y han aceptado que el camino a seguir es el que marcan los de Pixar. Las influencias de la compañía del flexo (que desde 2006 pertenece a Disney) son numerosas y claras, empezando por el argumento. Si hay algo que se le debe reconocer a ¡Rompe Ralph! es su originalidad, que era el punto fuerte de obras maestras como Toy Story, Monstruos, S.A. y Up.

La acción se desarrolla en una de esas míticas salas de recreativos donde la mayoría nos hemos dejado nuestras pesetillas. Ralph es el villano de uno de aquellos pixelados juegos. Harto de ser el malo de la función, inicia una odisea por los demás mundos virtuales para demostrar que el también puede ser un héroe. Y claro, el resultado será un desastre absoluto. 

Ya desde los primeros minutos queda claro que nos vamos a encontrar con un homenaje apabullante a la época en la que las máquinas recreativas eran las reinas del cotarro. Eran cutres, poco versátiles y limitadas, pero tenían su encanto. La reunión de malos anónimos, con (entre otros) el fantasma perseguidor del come-cocos y el eterno villano de Mario Bros, Browser; es un claro y genial ejemplo de ello. 
Y es que como bien vemos a continuación, los malos son marginados por sus compañeros de "trabajo". Que les hacen Bullying, vamos. 
Ésa es la razón que lleva a Ralph a querer demostrar a los habitantes de su juego que él también puede alcanzar la gloria. Vale, puede que la película esté plagada de moralejas y mensajes bonitos para los más peques pero... ¿no es ése el objetivo de este tipo de historias?


Lo bueno de los films de animación es que no suelen ser muy largos y aprovechan el tiempo que tienen bastante bien. Así que poco después del principio, nos vemos metidos de lleno en la acción. Pasamos a un escenario llamado Hero´s Duty, que hace las veces de Gears of War mezclado con Halo y de ahí nos estrellamos en Sugar Rush, un colorista y edulcorado circuito de carreras que recuerda inevitablemente al Mario Kart. Se nota que el departamento creativo ha hecho bien su trabajo, como bien demuestran la originalidad de los paisajes (como la montaña de coca-cola light con mentos) y las situaciones únicas (el minijuego para conseguir un coche de carreras). 

Es en éste último paisaje donde el protagonista conoce a su fiel compañera Vanellope, una niña afónica y a veces irritante pero que te saca más de una sonrisa.
Aunque para mí, los reyes de la función son los secundarios, sobretodo Repara-Felix Jr. y la teniente Calhoun, que nos regalan algunos de los mejores momentos. 

Por ponerle un "pero" de ésos que tanto me gustan, es probable que en el tramo final el tono infantil salga a relucir más que nunca; aunque una vez se revelan las intenciones del villano, todo vuelve a su cauce y las ñoñadas quedan apartadas.

Esta es la oportunidad de disfrutar de algo diferente para los que tanto se quejan de que ya no hay ideas originales. Y si es con una historia bonita, unas imágenes maravillosas y unos personajes entrañables, mejor que mejor. ¿Habrá un héroe en el corazoncito de todo villano?





 
 

2 comentarios:

  1. ay ay ay por Dios... Esta peli no tiene ni un "pero" de esos que tanto te gustan.
    Un 10 de pelicula, no sólo en dibujos animados sino de cualquier género.
    Hacía mucho tiempo que no veia una película tan orginal y divertida.
    Todos los personajes tienen su encanto pero la niña Vanellope es lo más del film :)
    TODOS AL CINE A VER ROMPE RALPH YA !!!

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  2. Es una joya! Es que disney sabe lo que hace, aunque a veces no lo parezca. Es genial lo mires por donde lo mires. Además creo, que en este caso, al igual que en Toy Story 3 casi esta orientada para esos niños que nos hemos hecho mayores, pero que le tenemos especial cariño a cosas como los juegos del año de la polca o los juguetes de cuando eras pequeño

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