Si realmente todo saliera a la luz...
Crítica: Zero Dark Thirty (La Noche más Oscura)
Sería de locos no pensar en propaganda patriótica cuando un proyecto de estas características llega a nuestras pantallas. Y más si viene firmado por los yanquis, muy dados a eso de enaltecer las virtudes de su gran nación y a mostrar el poderío que ostentan en la escena internacional.
Para colmo de males, en esta ocasión Kathryn Bigelow, directora de la también bélica En tierra Hostil, nos cuenta la operación que acabó con la vida del sujeto que más daño causó a los americanos.
Hombre, está claro que siendo una película estadounidense los malos de la historia no van a ser ellos. Pero como dice el refrán (por llamarlo de algún modo) "yo me lo guiso, yo me lo como" ¿No?
Vamos, que todo apunta a un "somos la leche y hemos conseguido nuestro objetivo, como siempre". Nada más lejos de la realidad. La cinta nunca se mueve por esos derroteros e incluso en determinadas escenas, muestra la deriva en la que se encontraron los organismos encacargados de dar caza a Osama Bin Laden.
No sólo éso. Zero Dark Thirty (hora militar a la que supuestamente se acabó con el líder de los talibán) acaba haciendo las veces de documental, salvando las distancias, claro está. Nos enseña cómo el 11-S afectó a todos los niveles a la primera potencia mundial y acabó con su sensación de invulnerabilidad. Jessica Chastain es la encargada de personificar esa obsesión por hacer justicia y vengar aquel dia que cambió nuestra historia reciente. Y lo hace de manera excelente. Si ganara el Oscar nadie se rasgaría las vestiduras. Sino, poned atención a la escena final y veréis de lo que hablo.
La trama gira en torno a su personaje (Maya), una agente real de la CIA que estuvo 10 años tras la pista del hombre más buscado. Durante esa década se encontrará trabas y caminos sin salida e incluso estará cerca, muy cerca de la muerte. Será el reflejo de un país que usará la fuerza que sea necesaria y tácticas más que cuestionables para alcanzar su objetivo. ¿El fín justifica los medios? La protagonista no se hace esa pregunta. El espectador sí.
A pesar de relatar un argumento tan enrevesado, los hechos son contados de forma clara y sencilla. Minipunto para los guionistas y otro para su realizadora. ¿Por qué? porque el film está rodado sin estridencias. El tono sobrio necesario para un proyecto así se ha conseguido con creces. Incluso la escena del asalto al escondrijo de Bin Laden (de lo mejorcito de la película) está plasmada de manera elegante, interesante y realista.
El film sabe mezclar la acción con las escenas políticas y burocráticas.
Eso no quita para que acabes un poco hasta el gorro de tanto atentado y
tanta muerte. Pero es que la realidad supera a la ficción y a veces no
está demás que nos lo recuerden.
La duración puede resultar excesiva, eso sí. Y es probable que tanto nombre inpronunciable y tanto sospechoso lleguen a confundir al espectador, pero no que se pierda. Resulta curioso que siendo tan larga y sabiendo cómo termina todo quieras conocer más detalles de la operación encabezada por Maya.
Por supuesto habrá espectadores a quienes no les convenza esta versión de los hechos y saldrán del cine pensando que les han vendido humo. Es totalmente entendible, pero al fin y al cabo es inevitable no dudar sobre la veracidad de lo visto. Es lo que tiene estar "basado en hechos reales", nunca sabes si lo que te van a contar es realmente lo que pasó. ¿O sí?
Sera que la tematica no me gusta, o que era muy larga, o que me satura un poco ese superespiritu americano con el que esta impregnada toda la pelicula, y eso que soy defensora a ultranza de las americanadas, pero no me produjo tan buena inpresion. Es una buena pelicula, la chastein es lo mejor de ella, pero no podria soportar un "en tierra hostil 2.0" . Me parecio lo mas injusto del mundo que eso se llevara un oscar y no pienso consentir que con esta pase lo mismo.
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