martes, 15 de enero de 2013

Sin rastro: ¿Qué fue de...? Parte 2

Sin rastro (parte 2)

Jóvenes actores que no mantuvieron la fama

 

Segunda parte del reportaje dedicado a aquellos críos olvidados que amenizaron la infancia de muchos participando en algunas de las cintas más conocidas de los 80 y 90. Rebuscando y rebuscando he encontrado otros muchos ejemplos (que no he incluído aquí) como pueden ser el aprendiz del Señor Miyagi en Karate Kid; los protagonistas de Beethoven o la niña que acompañaba a Kevin Cotsner en Waterwold, aquel peliculón que fracasó inmerecidamente... ¡Ja!.
En esta ocasión, los elegidos para completar este díptico sobre frutos que no llegaron a madurar son:





8- Charlie Korsmo y Amber Scott / HOOK: EL CAPITAN GARFIO

 



 A los hechos me remito cuando digo que Steven Spielberg echa un mal de ojo a todo menor de 18 años en sus rodajes. Para sus fans, noticias tranquilizadoras. Ambos han crecido sanos y salvos, y bien alejaditos de los focos. No trabajan en el cine desde hace más de 10 años y no se sabe nada de sus vidas privadas (no hay mucho que cotillear, por lo tanto). 
Repito, si tienes un hijo y quieres que sea famoso y te asegure la jubilación, mantenlo alejado del director de Indiana Jones.




9- Carrie Henn / ALIENS: EL REGRESO

 


Caso raro donde los haya. Resultas seleccionada para acompañar a Sigourney Weaver en la secuela de Alien y después de eso... después de eso nada. La cinta de James Cameron resultó ser su única película. En la actualidad es profesora de secundaria. ¿Ejemplo claro de padres empeñados en hacer de su retoño una estrella?



10- Noah Hathaway y Jonathan Brandis / LA HISTORIA INTERMINABLE

 



He hecho trampa. Noah hizo de Atreyu en la primera parte de La Historia Interminable mientras que Jonathan fue Bastian en la secuela. Pero no seamos quisquilloso, que la razón de juntarlos es porque sino me salían 14 casos en vez de 13. 
Empezando por Atreyu, su carrera nunca despegó tras el éxito de la adaptación de la novela de Michael Ende. En 1994 se le vio en una tal To Die, to Sleep en la que al parecer lo hacía tan mal que no se atrevió a repetir la experiencia hasta pasados ¡18 años! 
Tiene intención de volver a la actuación con 40 años, después de tirarse casi dos décadas haciendo de barman en Los Ángeles. La palabra que estáis buscando y que más le va a hacer falta es SUERTE.

La historia del inolvidable Bastian es mucho más trágica. Alcanzó la fama con este papel y siendo la estrella juvenil de Seaquest, una mítica (y regulera) serie ambiente en el fondo del mar. Tristemente no fue suficiente y su camino, que hasta ese momento se asemeja al que siguió Leonardo Dicaprio en sus comienzos, se llenó de proyectos mediocres y olvidados. 
En 2003 le encontraron muerto, supuestamente tras haberse suicidado después de una profunda depresión.




11- Michael Oliver / ESTE CHICO ES UN DEMONIO

 


A todos nos hubiera gustado inflar a sopapos a este niñato que siempre se salía con la suya. Todo lo contrario que su madre, que vió en su primogénito una auténtica mina de oro y seguro que le tendría entre algodones. Exigió que le subieran el sueldo al pequeño más del 50% para la secuela de Este Chico es un demonio. Al final sólo consiguió un 25% y que prescindieran del niño en el futuro. 
No hubo más cáscaras entonces para Junior que reorientar su vida y de ese modo acabar como ayudante en conciertos de The Sample y Nural. Qué cosas.


 

12- Jason James Richter / LIBERAD A WILLY

 


¿Por qué ese niño podía nadar con orcas y yo no? Al parecer es lo poco que pudo hacer en el séptimo arte pues más allá de la saga centrada en Willy, el actor nunca consiguió repetir el éxito. Casualidades de la vida, relevó a Jonhatan Brandis en La Historia Interminable 3, que fue un estrepitoso fracaso de esos que resuenan durante años. 
En 1998, viendo un panorama de nubarrones negros, muy negros, decidió batirse en retirada y se trasladó a la música. "Fermata" es el nombre de la banda en la que el bajista no es otro sino el niño que tocó la panza de una orca.



13- Giorgio Cantarini / LA VIDA ES BELLA

 


Para terminar, un renacuajo que cautivó a medio mundo acompañando a Roberto Begnini en La Vida es Bella. No sólo éso. También logró colarse en algunas escenas de Gladiator. Pero ya está. No es que se uniera a la larga lista de jóvenes actores que acaban en las drogas o en alcohólicos anónimos. Simplemente nunca tuvo pasión por la actuación. Lo que le motivaba era la criminología.


¿Seguirán reconociéndoles por la calle? Les guste o no sus personajes son ya inmortales y forman parte de la historia del cine. Bueno, casi todos.



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