Yo también quiero una casa así...
Crítica: Oblivion
La ciencia-ficción es un género peliaguado. Las probabilidades de meter la pata y/o hacer el ridículo son tan grandes que hasta a George Lucas le ocurrió con La Amenaza Fantasma. Todavía hay escraches en su casa por culpa de Jar Jar Binks. Encima, cada vez es más difícil ser original porque ya está todo inventado.
Por eso no deja de resultar valiente el seguir apostando por propuestas de este tipo. Y más aún si se te ocurre la feliz idea de contratar a uno de los actores más odiados del momento.
Porque poco más y acabaremos acusando a Tom Cruise de ser el responsable del holocausto o de haber convencido a Taylor Lautner para ser actor. Que es un tipo rarito nadie lo duda, pero otros actores también tienen lo suyo (Edward Norton, Russell Crowe, Charlie Sheen, Christian Bale...) y siguen contando con el favor del público. ¿Es su presencia un lastre para Oblivion? En absoluto.
Ambientada dentro de unos 60 años, la película nos muestra un planeta Tierra devastado después de una guerra entre la humanidad y una raza alienígena. Victoriosos, pero con medio mundo destruído, nos vemos forzados a emigrar a Titán, al ladito de Saturno, el planeta de los anillos. Pero claro, si nos marchamos sin agua, lo tenemos crudo, por lo que Jack (Cruise) y Victoria (Andrea Riseborough) tendrán la misión de controlar la extracción del preciado líquido en una Tierra supuestamente abandonada...
A pesar de lo que pueda parecer, el film comienza tomándose su tiempo en presentar a los dos protagonistas y la situación que les rodea. Ella acata órdenes con fé ciega. Él tiene algunas dudas y mucha más curiosidad por el que se supone que fue el hogar de su especie.
Su primera hora es más que notable. Y no sólo por unos efectos especiales excelentes o un diseño de producción impresionante. También porque es interesante lo que se ve en pantalla. La curiosidad se apodera del espectador y le lleva a preguntarse: ¿por qué les borran la memoria? ¿por qué solo dos personas para evacuar los recursos de todo un planeta? ¿quiénes son esos extraños extraterrestres?
Todo está cuidado con mimo, desde la música (a cargo de M83) hasta una fotografía que se describe con una sóla palabra: Preciosa. Si algún día se hace realidad la casa en la que se desarrolla la acción, va a haber tortas por hacerse con una.
Además, al igual que en Wall-E, sólo hay dos personajes y, ciertamente, se sobran y se bastan ellos solitos para mantener nuestro interés. La partenaire de Tom Cruise es el gran descubrimiento, sin niguna duda.
Pero claro, en algún momento hay que darle caña al asunto y es justo en ese instante cuando todo se precipita un poco. Algunas incongruencias comienzan a hacer acto de presencia y por allí se deja caer el personaje menos interesante de todos: el de Olga Kurylenko. ¿Culpa de ella o del guión? No sé que decir, pero ella está sosa, sosa...
Lo que en principio era curiosidad, a mitad de proyección torna un poco en confusión, provocando un pequeño bajón de ritmo... hasta que todo comienza a tener respuesta. Y en mi opinión, ésta resulta convincente e inesperada.
Una pena que después de encajar todas las piezas, nos trasladen a un cruce entre Armageddon, El Ataque de los Clones e Independence Day para finiquitar la trama deprisa y corriendo. El desenlace podría haber sido épico y dado mucho más de sí. No se puede presentar a los antagonistas como unos maestros en tecnología punta y que acaben siendo unos pringados que no pueden ni con Tom Cruise.
Y ya de paso, aprovecho para instar a Hollywood a que elimine esos happy endings cursis que parecen salidos de una novela de Dannielle Steel.
Pero no seamos tan tiquismiquis. Oblivion puede gustar o no, resultar creíble o no; pero no insulta a nuestra inteligencia y (al menos) nos ofrece una vuelta de tuerca a lo ya visto mil veces y un espectáculo visual único.
jejeje que exageraoooo... Como que no pueden ni con Tom cruise?? Si se cargan a la mitad de los pocos que quedaban, además Tom conoce el punto débil de los antagonistas como buen profesional.
ResponderEliminarPero totalmente de acuerdo con la soseria de la rusa, madre miaaaa si parecía que llevaba botox por toda la cara. Ni una expresión !!
Me encanto ir al cine contigo mi Diego. muakssss