Quién te ha visto y quién te ve
Intérpretes en horas bajas: Hugh grant
Puede que para algunos comparar las carreras profesionales de Robert De Niro y Nicole Kidman (aunque sea en su fase decadente) con la del protagonista de Mickey Ojos Azules, resulte hasta insultante. Supongo que dedicarte casi por completo a la comedia te lo pone más difícil a la hora de que tus películas pasen a la historia del cine. Aun así, Hugh Grant puede vanagloriarse de haberlo conseguido más de una vez. Eso sí, hace mucho, mucho tiempo...
Su historia comienza en Inglaterra en 1960, cuando vino al mundo en medio de una discusión acalorada entre sus padres para ver que nombre le ponían. Me acabo de inventar dicha riña pero dime tú sino qué explicación tiene que le acabaran llamando Hugh John Mungo Grant. Menos mal que el actor estuvo hábil y decidió acortarlo a la mitad. Espero que esa no fuera la razón por la cual siendo niño acabó en un psicólogo debido a que se ponia tibio de lejía. Me pregunto que marca se bebería.
Como buen Grant que es (un apellido escocés ilustre) asistió a un colegio exclusivo para hombres en el que se dedicó a correr como un poseso jugando al fútbol, al rugby y al cricket... bueno el cricket lo usaría como descanso entre patada y patada.
Cumplida la mayoría de edad, ganó una beca para estudiar Literatura Inglesa en Oxford, graduándose "con honores", según mis fuentes interactivas. ¿Tampoco sería tan difícil no? un poquito de Charles Dickens por aquí, otra ración de William Shakespeare por allá...
Aburrido y/o inspirado por tanto escritor de renombre, decidió escribir sketches cómicos para televisión e incluso crear su propia comedia, llamada The Jockeys of Norfolk.
Todavía no había puesto un pie en el cine y ya parece que he contado su vida entera. Ese paso lo dio con Maurice (1987), una de esas típicas películas ambientadas en la Gran Bretaña de principios del Siglo XX , con sus vestiditos, sus buenas formas y su aire de culebrón victoriano incluídos. Fue una decisión valiente a pesar de todo, pues se dedicaba a encamarse con otros varones en dicha película. Ese mismo año conoció a Elizabeth Hurley, con quien estuvo emparejado durante trece años, aunque eso no fue impedimento para algo que contaré más adelante...
En 1992 participó en Lunas de Hiel, de Roman Polanski, pero no le yudó demasiado a convertirse en una estrella. De hecho se estaba planteando abandonar el mundo de la actuación cuando, caprichos del destino, Cuatro Bodas y un Funeral llamó a su puerta y consiguió lanzarle a la fama más rápido que la distribuidora Lions Gate estrenando secuelas de Saw. Fue tal el fenómeno que el film se convirtió en la producción británica más taquillera de la historia hasta el momento. Incluso le otorgó a Hugh Grant sus únicos premio importantes: el Globo de Oro y el Bafta.
Es probable que alcanzara la cumbre de su carrera demasiado pronto, por lo que mantener ese nivel de éxito se antoja más difícil que ver una película de Quentin Tarantino en la que no muera nadie.
Pero no adelantemos acontecimientos. Poco después participó en Sentido y Sensibilidad con Kate Winslet y Emma Thompson, con quien ya había coincidido en Lo que queda del día. A partir de ahí afianzó su condición de "Rey de la comedia" romántica con Nueve Meses, Amor con Preaviso y sobretodo El Diario de Bridget Jones, Love Actually y Nothing Hill.
Julianne Moore, Julia Roberts, Andie Mcdowell y Sandra Bullock han contribuido a su éxito |
La cinta coprotagonizada con Julia Roberts fue la que sustituyó a Cuatro bodas y un funeral como film británico más exitoso, por lo que como diría La canción del pirata, su carrera iba viento en popa a toda vela. Y entremedias de tanto título pasteloso, tuvo tiempo para ponerse a las órdenes de Woody Allen en Granujas de medio pelo.
Y ahora es el momento de los chismorreos. Parece ser que tener de novia a Elizabeth Hurley no era suficiente, pues en 1995 le arrestaron en Los Ángeles cuando fue pillado in-fraganti en su coche con una prostituta mientras le hacía un favor muy personal. Con el dinero que tiene y eligió la opción del coche... En fín, que la actriz de Al diablo con el diablo le perdonó dicho desliz, aunque finalmente su relación acabó en el 2000.
¿Fue este escándalo el inicio de su caída en picado? Definitivamente no, pues hasta 2003 la mayoría de sus largometrajes fueron éxitos rotundos. Existe la teoría de que el actor siempre ha resultado un poco irritante para un sector bastante amplio del público. Y claro, cuando eres joven y atractivo, no te afecta demasiado, pero cumplidos los 40, empieza a ser un lastre importante.
Fuera o no esa la razón, lo cierto es en 2004 estrena la secuela de Bridget Jones y contra todo pronóstico se convierte en un semifracaso.
Si hubiera sido un simple traspiés no habría habido mayor problema, pero desde entonces, ha encandenado desastre tras desastre. Love actually fue su último triunfo y llegó a los cines hace ya 10 años.
Tu la letra y yo la música, American Dreamz, ¿Qué fue de los Morgan? y El atlas de las nubes (estrenada en España esta semana) han mordido el polvo sin contemplaciones. Pero yo estoy convencido de que la culpa es suya, ¿a quién se le ocurre aceptar papeles al lado de Sarah Jessica Parker y Drew Barrymore? Todo el mundo sabe que suelen ser veneno para la taquilla.
Seas fan acérrimo o te caiga peor que a mí Eddie Murphy, no pintan bien las cosas para Hugh Grant. Su único proyecto futuro conocido es la tercera parte de la saga de Renée Zellweger, titulado Bridget Jones´s Baby... extraña forma de encauzar una carrera en horas bajas.
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