lunes, 27 de mayo de 2013

Crítica: Fast & Furious 6

Vuela alto mientras puedas

Crítica: Fast & Furious 6



Quién se iba a imaginar allá por 2001 que una película modesta (en cuanto a pretensiones) se convertiría en el germen de una saga cuyo éxito ha acabado desbordándose. Los más puristas seguramente se lleven las manos a la cabeza cada vez que Vin Diesel y compañía vuelven a la cartelera. Pero oye, el público manda y mirando la taquilla, está claro que el populacho quiere más gasolina.

Aunque cada vez usan menos combustible para utilitarios. Ahora lo que se lleva es repostar con tanques y batmóviles. Parecía que las exageraciones y/o flipadas de escenas imposibles como aquélla de la bomba nuclear en Indiana Jones 4 (la mala) eran cosa del pasado, pero ahí está A Todo Gas para recordarnos que no, que las leyes de la física o simplemente la lógica no sirven para nada. Maldita escuela...
 
 
En esta ocasión, después de dar un golpe millonario en Rio de Janeiro, nos reencontramos con los protagonistas de la saga disfrutando del mojo picón en nuestras queridas islas. Allí está también la pobre Elsa Pataky, quien por no salir, no sale ni el póster. Sin embargo, antes de que puedan disfrutar de los carnavales, aparece el agente Hobbs (Dwayne Johnson) para pedirles su ayuda. Un nuevo clan de ladrones está haciendo estragos y resulta que uno de ellos es Leticia (Michelle Rodríguez), la antigua novia de Toretto, supuestamente fallecida. Descubrir por qué Leticia está del bando equivocado será excusa suficiente para aceptar la propuesta de Hobbs y de paso conseguir el indulto para poder volver a los "States" de América.
 
Todo esto que os cuento ocurre en más o menos 15 minutos, no vaya a ser que le quitemos espacio a la chicha, oséase: peleas y carreras. Y no es una mala decisión habida cuenta de que el punto débil de la película son los diálogos. No puedes poner a La Roca, con sus 200kg de peso y esos brazos de cachalote a soltar frasecitas como "Se acabó el recreo".   


Así que se agradece que vayan al meollo y no se anden por las ramas (excepto alguna escena prescindible como la de Paul Walker en la cárcel). Otra cosa no, pero acción hay para aburrir. Las persecuciones están bien rodadas a pesar de que milagrosamente ningún peatón resulte arrollado. Por no hablar de  las peleas cuerpo a cuerpo, de lo mejorcito. Hay para todos los gustos: mujer contra mujer al estilo mecano, mala bestia contra forzudo luchando por ver quién tiene más fuerza, oriental dándole estopa al japonés y al afroamericano...

Eso no quita para que haya detalles del argumento que nos meten de forma gratuita, a ver si cuela; empezando por lo inverosímil que es ver a agentes de la ley dando carta blanca a unos delincuentes para destrozar media ciudad y quedarse tan panchos. Sin olvidar que ahora resulta que en España no hay tratados de extradición con Estados Unidos.

Cierto es que cuando uno busca acción, cuanto más espectacular, mejor. Pero sin pasarse, no nos volvamos locos. No se puede pretender hacer volar a dos de los actores por los aires como si fueran superman y superwoman sin que la platea estalle a carcajadas; o recrear una batalla en una pista de aterrizaje con un avión en marcha durante 20 minutos sin que uno piense que la pista es más larga que uno de los campos de fútbol de Oliver y Benji.

Pero siendo justos, el film da lo que ofrece y no engaña al espectador. Los actores cumplen con su papel y el guión, aunque flojillo, no llega a dar vergüenza ajena. Además se han guardado un as en la manga y todo apunta a que en la próxima estación de servicio, se subirá a los bólidos de A Todo Gas una nueva estrella de Hollywood... quizás para asegurarse al menos una franquicia de éxito en su currículum, como han hecho Pal Walker, Vin Diesel y Dwayne Johnson. ¿Quién será?

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