domingo, 16 de diciembre de 2012

Todos los caminos llevan a Mordor

Todos los caminos llevan a Mordor

 

Curiosidades de Gandalf, Frodo y Cia.

 


Este viernes se estrenó en España El Hobbit, ambientada 60 años antes que los hechos narrados en la famosísima trilogía. Y aunque seas de ésos que detestan El Señor de los anillos porque te parece una caminata insufrible de 9 horas de duración, hay que reconocer que se trata de películas mundialmente famosas y reconocidas. Imaginad que estaís en una conversación y sin venir a cuento sale Gandalf a relucir. Si alguien os dijera ¿quién es ese? pensaríais (y con razón) ¿en qué mundo vives alma de Dios?


Ahora bien, puede que la historia hubiera sido muy, pero que muy diferente si hubiera salido adelante el proyecto inicial que United Artists intentó llevar a cabo a finales de los 60, cuando compró los derechos de las novelas. La Brillante idea que tuvieron fue plantear una versión que protagonizarían  John, Paul, Ringo y George... que formaban parte de un grupo que puede que os suene: Los Beatles. 
La marciana idea era que se metieran en la piel de Gollum, Frodo, Sam y Gandalf respectivamente. Desgraciadamente nunca sabremos cómo hubiera sido ver a John Lennon haciendo de Gollum.

Lo que sí ocurrió fue que a mediados de los noventa, después del arrollador éxito de Parque Jurásico e impulsado por los excelentes efectos conseguidos en ella, Peter Jackson decidió que era el momento de trasladar el mundo de J.R.R. Tolkien al cine.
En un principio iban a rodarse dos films en vez de tres, lo cual habría sido un resumen del resumen de la novela oirginal y posiblemente (viendo el tiempo que se tomaron para contarnos esta aventura), nos hubiéramos levantado de la butaca antes de que hubiera pasado absolutamente nada.

Para semejante proyecto, Jackon consiguió unos cuantos milloncejos de dólares (270) para hacer lo que le viniera completamente en gana. Si no le entró vértigo al ver a lo que se enfrentaba, "chapeau" por él. Por delante le esperaba un año de rodaje en Nueva Zelanda, más de 20.000 actores y figurantes, 150 localizaciones y 5 estudios de rodaje.  Al parecer los neozelandeses son unos fanáticos de sus montañas (?), lo que obligó a modificar digitalmente las cumbres que se aprecian en la trilogía para no herir sensibilidades...cada uno allá con sus manías.

De todas formas, ya pueden estarle agradecidos en aquel país a El señor de los anillos, pues se estima que los beneficios que ha dejado rondan los 200.000 millones de dólares; que no sabría decir cuánto es en euros, y menos en pesetas. Mira tú si son legales en las antípodas que hasta crearon el puesto de "ministro de El señor de los anillos " para que gestionara todo ese dinero. Y no es broma.
Como dato curioso, las aerolíneas neozelandesas se promocionan aludiendo sutilmente a ESDLA. A mí me ha costado pillar la relación...




En cuanto al reparto, Viggo Mortensen ni siquiera fue la primera opción para interpretar a Aragorn. Fue contratado después de que Stuart Towndsend fuera despedido tras solo 4 dias de filmación porque le veían muy jovencito para el papel. Menudo chasco se tuvo que llevar el pobre, puesto que si no le hubieran invitado a marcharse por donde había venido, a lo mejor ahora sabríais quién es Stuart Towndsend y no estarías buscándole en Google.
Ian Mckellen también fue acabó de rebote en el rodaje, aunque en esta ocasión porque Sean Connery rechazó el ofrecimiento alegando que no había entendido un carajo del guión. Mira tu por dónde se convirtió en el único intérprete de toda la saga nominado a un Oscar por su papel del famoso mago.


Orlando Bloom sólo se rompió unas cuantas costillas mientras filmaba sus escenas. Fue un paseo de rositas para él, teniendo en cuenta que había estado a punto de acabar paralítico al caerse desde un balcón. 
A pesar de la fama alcanzada por todos y cada uno de los actores, parece que no fue suficiente para que el pobre Sean Astin (Sam) se llevara un chasco humillante. La culpa de todo la tuvo George Lucas. Astin es admirador del director de Star Wars y cuando en una gala de la Mtv coincidó con él, le saludó añadiendo que era Sam; a lo cual Lucas respondió que los hobbits le parecían todos iguales.  ¡Di que sí George! dejando la moral del personal por los suelos.

 Para evitar que en pantalla quedara poco creíble, los actores tuvieron que firmar un contrato en el que se comprometían a mantener su aspecto físico o de lo contrario tendrían que pagar miles de dólares al seguro, al verse afectado el plan de rodaje. Qué exagerados, si con tanta barba y maquillaje a algunos ni se les ve la cara que realmente tienen.
Una pregunta perfecta para el trivial podría ser qué único miembro de la Comunidad del anillo no se tatuó el número 9 como recuerdo. la respuesta sería John Rhys-Davies, el enano Gimli para que nos entendamos. Tampoco acertaría mucha gente si le preguntaran qué miembro de la "comunidad" es el más alto de todos. Pues sí, esto es como cuando hacías un examen, la menos probable es la correcta: John Rhys-Davies de nuevo.

Hubo una parte de la filmación en la que Jackson permaneció en Londres, dando órdenes por videoconferencia. Como es muy probable que se le fuera la cabeza pensando todo el santo día en hobbits, enanos y elfos, su manera de hacer que todos se conectaran a internet era dar un único "toque" al encargado de la videoconferencia, coincidiendo con la famosa frase "one ring to rule them all", es decir "un único toque para controlarlos a todos". Menudo Friki.



En la vorágine de datos que uno se encuentra cotilleando por internet, hay cosas tan curiosas como que los gritos de los orcos en la batalla del abismo de Helm, en realidad eran 25.000 aficionados al cricket. 
Cuando se colgó por primera vez en la red el tráiler de La Comunidad del anillo, fue visto 1,5 millones de  veces en sólo 24 horas. 

Weta, la compañía de Jackson, llegó a convertirse en la primera importadora de látex del mundo, pues usaban ingentes cantidades de dicho material para recrear máscaras, prótesis, orejas elfas...

A pesar del altísimo presupuesto, las tres entregas recaudaron en las salas de todo el mundo 3000 millones de dolares, aumentando los beneficios de la productora en más de un 1000%. Y eso sin contar todo el merchandising y el dinero proveniente de VHS (en aquella época aún se vendían) y de las tropecientas ediciones en dvd que han sacado.

Gracias a la trilogía cinematográfica, las ventas de la obra de Tolkien  subieron en un 500%. Me pregunto yo si los descendientes del escritor se desentendieron de esos beneficios al igual que hicieron con los largometrajes... Me apuesto lo que sea a que se les harían los ojos chiribitas viendo la pasta gansa que iban a ganar después del arrollador éxito con el que se saldó ESDLA.


Por último, una saga tan famosa como éste no podía quedar huérfana de parodias; y el mundo del porno no iba a ser una excepción. La puta de los anillos o El señor de la corrida son sólo algunos de los títulos que nos trasladan a la tierra media de una forma un tanto...diferente. Por si os interesa, en la primera reemplazan los anillos por dildos dorados. Muy original. 

¿Conseguirán las aventuras del tío de Frodo Bolsón alcanzar la gloria de sus antecesoras?. No apostaría por ello, pero si aún no habeís visto la primera parte del El hobbit... CORRED INSENSATOS.

 



1 comentario:

  1. Jajajaja, me encantan las curiosidades de ESDLA!!! Hacen que te des cuenta de la enorme panda de frikis que hay en el mundo (empezando por el ministro neozelanes de el señor de los anillos)

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